Zuberoatik urrun barik dago
Gurs herria. Han, 1939an, kontzentrazio-esparru erraldoia eraiki zuten,
gerratik ihesi zetozenak hartzeko. 6.500 euskaldun heldu ziren hara. Frantziak
gaizkile legez sentiarazi zien, begirune barik eta baldintza benetan gogorretan
hartu zituzten. Sei galdakoztar izan ziren, behintzat, Gursen: Domingo Egileor Uribarrena, Ramón Gandarias Larrinaga,
Francisco Larrinaga Zamalloa, Francisco Rodríguez Martín, Juan Ruíz Antón y
Miguel Zenarruzabeitia Aboitiz.
Hace varias semanas tuvo lugar en la
localidad de Gurs, en el departamento francés de los Pirineos-atlánticos, el
homenaje a los 6.500 vascos que estuvieron internados en el campo de
concentración de Gurs. Fue un acto emotivo, en el que participaron algunos de
los pocos supervivientes y numerosos familiares de los ya fallecidos.
El campo de Gurs tiene una historia
desconocida y oscura. Tras la caída de Barcelona, miles de personas huyeron
hacía Francia, por caminos y montes, escapando de la guerra y la represión
franquista. Francia, el país de los derechos y la libertad, los trató como a
delincuentes, y así es que los recluyó bajo las alambradas. Llegaron primero a
los campos organizados en las playas del Rosellon, y más tarde parte de ellos fueron
trasladados a Gurs.
El campo de concentración Gurs fue
construido en 1939, para acoger a vascos, brigadistas internacionales y a
miembros del ejército del aire republicano. Lo llamaban también el “Campo de
los vascos”. En 42 días estaba ya en marcha. Los barracones no tenían nicamas,
ni armarios, ni nada, y fuera los pies se hundían en el barro hasta los
tobillos.
En Gurs estuvieron internadas personas
de toda Euskal Herria, también de nuestro pueblo, de Galdakao. Sabemos que los galdakoztarras
Domingo Egileor Uribarrena, Ramón Gandarias Larrinaga, Francisco Larrinaga
Zamalloa, Francisco Rodríguez Martín, Juan Ruíz Antón y Miguel Zenarruzabeitia
Aboitiz estuvieron internados en Gurs, pero puede ser que existan más. Nada
sabemos sobre su estancia en Gurs, y muy poco sobre las épocas posteriores.
Retoño del árbol de Gernika en el campo de Gurs. |
Tras la ocupación nazi en la II Guerra
Mundial, Gurs vivió una segunda etapa. Volvió a funcionar a pleno rendimiento
como campo de concentración. Por allí pasaron judíos, gitanos, brigadistas,
mujeres, niños y ancianos. Mucho de ellos fueron deportados al campo de
exterminio de Auschwitz.
En
total, entre los años 1939 y 1944, Gurs albergó a casi 61.000 personas, 6.500
de ellas, vascas. En 1950 se cerró definitivamente el campo, sus ruinas fueron quemadas
como medida de salubridad, y se plantó un bosque entero de árboles.
Estela conmemorativa de los 6.500 vascos de Gurs. |
Y,
así, cayó en un profundo olvido de décadas. Olvido del que han sido rescatados
por ciudadanos y asociaciones, y también más tarde por instituciones públicas.
Texto e imágenes: Nagore Ferreira Zamalloa (Galdakao Gogora)
Texto e imágenes: Nagore Ferreira Zamalloa (Galdakao Gogora)
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