domingo, 19 de noviembre de 2017

Galdakoztarras en el campo de Gurs

Zuberoatik urrun barik dago Gurs herria. Han, 1939an, kontzentrazio-esparru erraldoia eraiki zuten, gerratik ihesi zetozenak hartzeko. 6.500 euskaldun heldu ziren hara. Frantziak gaizkile legez sentiarazi zien, begirune barik eta baldintza benetan gogorretan hartu zituzten. Sei galdakoztar izan ziren, behintzat, Gursen: Domingo Egileor Uribarrena, Ramón Gandarias Larrinaga, Francisco Larrinaga Zamalloa, Francisco Rodríguez Martín, Juan Ruíz Antón y Miguel Zenarruzabeitia Aboitiz.

Hace varias semanas tuvo lugar en la localidad de Gurs, en el departamento francés de los Pirineos-atlánticos, el homenaje a los 6.500 vascos que estuvieron internados en el campo de concentración de Gurs. Fue un acto emotivo, en el que participaron algunos de los pocos supervivientes y numerosos familiares de los ya fallecidos.  

El campo de Gurs tiene una historia desconocida y oscura. Tras la caída de Barcelona, miles de personas huyeron hacía Francia, por caminos y montes, escapando de la guerra y la represión franquista. Francia, el país de los derechos y la libertad, los trató como a delincuentes, y así es que los recluyó bajo las alambradas. Llegaron primero a los campos organizados en las playas del Rosellon, y más tarde parte de ellos fueron trasladados a Gurs.


Recreación de un barracón. 


El campo de concentración Gurs fue construido en 1939, para acoger a vascos, brigadistas internacionales y a miembros del ejército del aire republicano. Lo llamaban también el “Campo de los vascos”. En 42 días estaba ya en marcha. Los barracones no tenían nicamas, ni armarios, ni nada, y fuera los pies se hundían en el barro hasta los tobillos.
En Gurs estuvieron internadas personas de toda Euskal Herria, también de nuestro pueblo, de Galdakao. Sabemos que los galdakoztarras Domingo Egileor Uribarrena, Ramón Gandarias Larrinaga, Francisco Larrinaga Zamalloa, Francisco Rodríguez Martín, Juan Ruíz Antón y Miguel Zenarruzabeitia Aboitiz estuvieron internados en Gurs, pero puede ser que existan más. Nada sabemos sobre su estancia en Gurs, y muy poco sobre las épocas posteriores.  


Retoño del árbol de Gernika en el campo de Gurs. 


Tras la ocupación nazi en la II Guerra Mundial, Gurs vivió una segunda etapa. Volvió a funcionar a pleno rendimiento como campo de concentración. Por allí pasaron judíos, gitanos, brigadistas, mujeres, niños y ancianos. Mucho de ellos fueron deportados al campo de exterminio de Auschwitz.

En total, entre los años 1939 y 1944, Gurs albergó a casi 61.000 personas, 6.500 de ellas, vascas. En 1950 se cerró definitivamente el campo, sus ruinas fueron quemadas como medida de salubridad, y se plantó un bosque entero de árboles.


Estela conmemorativa de los 6.500 vascos de Gurs. 


Y, así, cayó en un profundo olvido de décadas. Olvido del que han sido rescatados por ciudadanos y asociaciones, y también más tarde por instituciones públicas. 


Texto e imágenes: Nagore Ferreira Zamalloa (Galdakao Gogora)

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